Tuesday, October 27, 2015

Bendiciones de ofrendar a Dios





Si alguna vez te a surgido la duda acerca de las ofrendas que se dan para construir templos cristianos, ten ánimo, porque en los tiempos bíblicos los cristianos (no haciendo acepción de doctrinas) tambien se cuestionaban esto, y como no lo entendían, lo criticaban.

Para aclarar un poco esta duda, te dejo un párrafo que hace poco leí en un libro llamado "Señor Jesucristo" del autor Larry Hurtado, léelo despacio, para poder digerirlo poco a poco.

La colecta a favor de Jerusalén

   El mas llamativo indicio de que los vínculos con la iglesia de Jerusalén eran sumamente importantes para Pablo lo constituye, por supuesto, la colecta a favor de esa iglesia recogida en las suyas, y a la cual dedicó una considerable energía durante varios años. No es válida ninguna explicación de la relación entre el cristianismo paulino y sus predecesores de Judea que no tome en serio este proyecto. Además de las otras referencias al proyecto (Gal 2, 10; 1 Cor 16, 1-4), tenemos la larga y sumamente apasionada solicitud a los corintios para que contribuyan generosamente (2 Cor 8-9), la descripción en Romanos de que su viaje final a Jerusalen estaba principalmente interesado por la entrega de la colecta (15, 25 - 27) y la preocupación que expresa por el éxito de esta colecta (15, 28-33). La combinación de todos estos factores nos indica que la colecta tenía una trascendental importancia para Pablo.





   En un artículo publicado hace tiempo, propuse que los cristianos judaizantes que desafiaban la autoridad de Pablo en Galacia pudieron haber planteado que su esfuerzo por organizar la colecta a favor de Jerusalén era un tributo obligatorio que le habían impuesto los mismos líderes de Jerusalén; insistieron en esto como prueba de que no tenía el verdadero estatus de apóstol. Ello ayudaría a explicar el tono harto defensivo de Galatas 2, 6-10, negando que los dirigentes jerosolimitanos (de Jerusalén) le impusieran obligaciones y subrayando que la idea de la colecta a favor de Jerusalen simplemente confirmaba algo que ya habia procurado hacer (2, 10). Si mi propuesta de que la colecta se uso en contra suya es correcta, el rechazo por parte de Pablo de dar marcha atrsá muestra lo mucho que para el significaba el proyecto. No era un mero esfuerzo simbólico; está claro que Pablo trató de entregar una ofrenda tremendamente grande con la participación de todas sus comunidades.

     La razón del esfuerzo de Pablo reside en que pretendía que la colecta expresara y promoviera una actitud y una experiencia religiosa común, así como una aceptación mutua, entre los creyentes cristianos gentiles y los de Judea. En Rom 15, 27 Pablo manifiesta que sus conversos gentiles han empezado a participar en los mismos <<bienes espirituales>> (pneumaticois auton) que los creyentes de Judea. En 2 Cor 9, 13-15 dice a los cristianos corintios que mediante su participación en la colecta glorifican a Dios y muestran su <<respuesta de fe al evangelio de Cristo>>, prediciendo que los creyentes de Judea a su vez se sentirán motivados a actuar en reciprocidad relacionandose con los conversos gentiles como partícipes de pleno derecho en la gracia de Dios. Craig Hill ha descrito en pocas palabras el testimonio paulino: <<Pablo supuso que los cristianos de Jerusalen eran cristianos; que existia una unidad y una coherencia en el evangelio que tanto ellos como él predicaban (Rom 15,27; Gal 2 7-10)

     La intención de Pablo de que se reconociesen mutuamente y su visión de los creyentes judios y gentiles como correligionarios plenos contradicen la tesis de algunos estudiosos según los cuales el cristianismo paulino representa una seria desviación respecto a la religiosidad de los <<movimientos de Jesús>> de Judea, y en particular van contra la idea de que existian grandes diferencias cristologicas entre estos y el <<culto a Cristo>> reflejado en las cartas de Pablo. Si existiesen esas diferencias que en ocasiones se presumen, la visión que tiene Pablo de la relacion entre los cristianos de Judea y los gentiles sería insincera o absolutamente infundada. no obstante, tanto el conocimiento del judeocristianismo al que se alude en las epístolas de Pablo como su apasionado interés en que la fe y la praxis de sus conversos se asocie a la de sus predecesores judeocristianos hacen improbable que estuviese mal informado respecto a los creyentes de Judea. Ademas, sus permanentes esfuerzos  por mantener buenas relaciones con los creyentes de Judea (lo cual se manifiesta especialmente en la colecta a favor de Jerusalen) hacen improbable que no fuese sincero.

     Tal como ha señalado Dunn, la frecuente alusión por parte de Pablo a la iglesia de Jerusalen simplemente como <<los santos.. (1 Cor 16, 1; 2 Cor 8,4; 9, 1.12; Rom 15, 25. 31; cf. <<los pobres entre los santos de Jerusalén>> Rom 15,26) <<implica claramente que la iglesia de Jerusalén gozaba de una posición central entre todas las iglesias>>. Esto se ve confirmado por la descripción geográfica que hace Pablo de su misión: <<desde Jerusalen y hasta el Ilírico>>; esta refleja <<cuán normal era para Pablo considerar a Jerusalén como la fuente de la Palabra de Dios y tomarla, aunque no fuese del todo histórico, como el punto de partida de su propio trabajo apostólico>>

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