RETOMANDO LOS SENDEROS

¿Te has sentido cansado, agotado, sin ganas de seguir adelante porque las cosas de la vida te confunden?

¿Sabes que así se sintió el gran profeta Elías, o que decir del Rey David, o que decir acerca de Sansón?

Pero hubo una persona que estuvo en este mundo, que nos dejó un gran ejemplo de retomar los senderos de Dios, aún en medio de grandes tentaciones Si, quiero hablar de Jesús,  mi Rey.


En Mateo 4: 1-11 La Biblia nos narra la historia de la tentación de Jesús.

Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo.

Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre.

Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan. Él respondió y dijo: Escrito está: No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo, porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, En sus manos te sostendrán, para que no tropieces con tu pie en piedra. Jesús le dijo. Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios. Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares. Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y al él sólo servirás.

 Jesús en ese momento como humano, se sintió débil, Jesús, había ayunado 40 días, ¡40 días sin comer ni beber nada!

Pero aún así, Jesús se sostuvo en la misma palabra de Dios con la cuál el tentador lo hacia sentir mal.
Jesús, sin embargo estuvo confiado en su Padre, que también es nuestro Padre  Dios.

Al final, el tentador le quiso ofrecer:

*Necesidad falsa: Jesús si hubiera querido, hubiera hecho crecer arboles de frutos en el desierto, pero Jesús tenía necesidad de estar con Dios, no de comida.

*Orgullo: Jesús hubiera podido tirarse de aquel pináculo del tempo, y hubiera  sido rescatado por su Padre para mostrar que Jesús también era Dios, pero Jesús no tenía necesidad de demostrarle nada a nadie, más que cumplir su misión, era un compromiso con su padre Dios, no con ninguna competencia con algún ave para ver quien volaba más.

*Riqueza: ¿Por qué Jesús se iba a inclinar a alguien que le ofrecía lo que ya era de Él?
Por eso Jesús le dijo, VETE, SATANAS, porque el único deseo de Jesús, era adorar al Dios, al Señor, servir sólo a Dios, porque todo lo demás, comida, techo, vestido, calzado, venía como consecuencia de adorar a su Padre.

Luego de salir de la tentación, seguirás tu camino lleno de la unción de Dios.
Y sabrás cuando decir ¡No! a las cosas malas.

Así que Bendiciones, y recuerda que fuimos creados para alabanza de su gloria, todo lo demás vendrá por añadidura.
En donde estés, en el trabajo, adora a Dios con tu trabajo, en la Iglesia, adora a Dios con tu canto, en tu casa, adora a Dios con tu actitud.